Cuando lo conocí, mi corazón se volcó de alegría, era un hombre guapo, fuerte y muy educado. Desde que postré mi mirada en él, imaginaba lo bello que sería tener un hombre así a mi lado. Tan guapo, con una nariz recta, unas pestañas chinas, moreno hermoso de complexión fuerte. Lo ví, lo amé, lo visualicé y así llegamos al altar en un par de años.
Mi amor eterno
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