Autora: Natalia Villarreal
¿Qué pasa con las madres profesionales que es tan difícil llegar a desplegar su talento para generar su máximo potencial en una organización?
Hablé esta semana con una empresaria de la comunidad. En nuestra llamada abordamos los retos de empatizar con los tiempos y responsabilidades de una mamá profesional. Por primera vez en años, tenía que negociar con otros su espacio para poder dar resultados. Como parte de un programa de desarrollo, está en un equipo compuesto por 6 hombres y ella.
El motivo de la llamada, era que le estaban pidiendo en su equipo estar presencialmente en una reunión de 3 horas el fin de semana y un espacio igual entre semana.
Esta mujer, tiene 3 hijos, está liderando la expansión de su producción, migrando a una nueva planta, ampliando capacidad y consolidando su marca internacionalmente, mientras da trabajo a más de 50 familias. Cuando escuchó que el equipo le planteaba esta práctica por consenso entre ellos, dijo - ¡Imposible! Yo tengo a mi familia, a mis hijos y mi negocio. Es irreal lo que están planteando. Voy a hablar con ellos o con el director del programa porque no es realista ni efectivo lo que están proponiendo. Si no resuelvo, me veo forzada a salir del programa.
Al ser minoría en el equipo, su reto era plantear su caso, influenciar el diseño de los acuerdos del equipo y brindar alternativas que pudieran cumplir con las necesidades del equipo y las de su vida.
Este es un ejemplo de los cientos de miles que suceden en la vida real, en donde las CEO y altas ejecutivas que las organizaciones buscan, están igual de inquietas, productivas y ocupadas en formatos de liderazgo que le dan mayor valor.
Es muy común ver a mujeres seguras, audaces y libres creando sus modelos de negocio y liderando a sus equipos, balanceando su familia y roles cuando pueden ellas librarse de las batallas organizacionales y enfocarse en resolver problemas.
¿Cuáles son algunas de las batallas organizacionales que erosionan la efectividad de una mamá profesional?
Que se vea la camiseta, siempre.- Una mamá profesional es un eje fundamental en su casa. Es por su rol, el sistema operativo que orquestra a su familia. Y en ocasiones se ve confrontada con encontrar el balance entre estar al 100% en su trabajo o su casa. Este trabajo invisible y “obviado” en más de una ocasión choca con la agenda de la organización. Sobre todo cuando los roles de los miembros del equipo distan de los de ella, creando una brecha.
Lo invisible de su burn-out.- Una mamá profesional es más probable que esté cansada, ya que se exige más de sí misma para que se vea que es igual o más capaz que sus compañeros. Teme ser tratada con otras consideraciones ya que eso la pondría en evidencia. Pero muy probablemente esté sobrellevando un burn-out “funcional”. Y más ahora en la pandemia, en donde al cerrar las escuelas, el sistema de educación se apoyó en las madres.
Los costos de su red de apoyo.- Muchas veces, el salario de una madre profesional va en gran parte dedicado a mantener su red de apoyo, ya sea que su aliado sean las plataformas con servicios a domicilio, las agencias de nannies, las clases extracurriculares, los acuerdos con las mamás del colegio, sus aliadas emprendedoras o su familia. Ella pagará lo que sea por tener más tiempo para ella, para que se resuelvan las cosas. Crear beneficios para su rol es fundamental para su bienestar.
Empatía sistemática con los altos mandos.- El perfil de la madre profesional es algo fascinante, en conversación con la Doctora Paola Del Real, abordamos cómo las clases altas y bajas en México tienden a desplegar comportamientos de roles más tradicionales, dejando a la madre como líder del sistema familiar y al varón de los temas financieros. Cuando en la clase media, es más común encontrar que tanto hombres y mujeres tienen un rol más equitativo, siendo familias que generan un doble ingreso y con profesiones en desarrollo. Conforme se desarrolla la carrera de una madre profesional en una organización, tiende a verse confrontada con parecerse más a ellos que a ella. No tenemos precedente sistemático de una líder en balance dentro de organizaciones, conocer esos patrones, crearlos y socializarlos podrá generar puentes y familiaridad.
Diseñar el balance debe ser intencional, trabajando desde las creencias y mindsets personales, para trascender a las culturas organizacionales.
¿Eres mamá profesionista? ¿Has sentido algo similar?
¡Comparte tus comentarios!
Comments